NARRACIONES

Supervivientes

Le manchaba los dedos de harina al entregarle el paquete. Le enseñaba también cómo colocar la mano estratégicamente para dejar sus huellas bien marcadas. Así siempre te buscarán a ti y verán que no eres más que un niño, le decía. Ya sabes que a los niños nadie les puede hacer nada. Y papá es un superhéroe. Y a los superhéroes no les pueden descubrir. Entonces, decidido y armado de valor, el pequeño entraba a por el dinero.

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