NARRACIONES

El olor de la oscuridad

La casa ha empezado a llenarse de hormigas. Entraron desde el jardín por el resquicio de la puerta de la cocina. Ya no les interesa mi comedero. Se han llevado arrastrando hasta la última migaja y ahora han llegado hasta este cuarto de baño, tan oscuro como ellas. Pateo para intentar aplastarlas, pero son demasiadas. Cada vez hay más. He llegado incluso a comer algunas para evitar que lleguen hasta él, que lleva dormido en el suelo demasiados días. Intento cubrir sus piernas, sus brazos, su cabeza… Y le ladro constantemente. ¿Por qué no obedece? O despierta de una maldita vez, o también acabarán arrastrándolo hasta el jardín.

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